Si bien en este periodo los instrumentos de cuerda frotada no respondían a un estándar constructivo, pues los violeros
experimentaban constantemente, la vihuela de arco poseía entre tres y
cinco cuerdas de tripa, de seda o, según alguna crónica, de metal; a
veces se añadía un bordón
lateral. La caja de resonancia podía ser plana o algo convexa y tener
forma de óvalo, de gota de agua o almendra, de pera, de rectángulo con
las esquinas redondeadas o de ocho, similar a la moderna guitarra. La
tapa de la caja de resonancia solía presentar orificios curvos
("oídos"), normalmente dos. Su mástil carecía de trastes y era corto y
acabado en un clavijero.
El arco, como todos los anteriores al período clásico, tiene su curva
hacia afuera como el arco de tiro. La viola de arco era un instrumento
muy versátil, con un sonido más grave que su contemporáneo el rabel
medieval. Admitía varias afinaciones (la de tres cuerdas probablemente
se afinaban básicamente por quintas) y adoptó muchas formas y registros,
desde sopranos hasta graves. Johannes de Grocheo, en De Musica
(hacia 1300), señalaba: «la fídula ["viella"] incluye a todos los otros
instrumentos... Un buen artista puede tocar con la fídula cualquier cantus y cantinela, así como cualquier forma musical en general».
Constó de tres a cinco cuerdas entre los siglos X y XIII,
con un menor número cuanto más antiguo era el instrumento. Podía
tocarse apoyado en el pecho o en el muslo (a la manera del rabel
oriental), postura que dará origen a la viola de gamba renacentista. Estas violas de arco darán lugar a los instrumentos renacentistas homónimos (el nombre vihuela dearco ya se usaba en la Edad Media), y a la familia de violines del Barroco.

Entre las fuentes literarias medievales que nombran a este instrumento destacan en la primera mitad del siglo XIII el Libro de Alexandre «albogues e salterio, çitola que más trota / guitarra e viola que las cuytas enbota» (estrofa 1545), el Libro de Apolonio (c. 1250) «priso una vihuela y sópola temprar» (est. 185), «priso una viola buena y bien temprada» (est. 426) y, en la primera mitad del siglo XIV, el Libro de buen amor «la viuela de arco faz dulces devailadas» (est. 1231), «arábigo non quiere la viuela de arco» (est. 1516)
Orígenes y evolución

En la Corona de Aragon apareció desde la segunda mitad del siglo XV una nueva viola a gamba, como el rabel medieval, pero con una morfología muy similar a la vihuela de mano o de péndola o péñola (la que se pulsaba con una púa o plectro). Tenía un puente muy plano que favorecía el acompañamiento mediante acordes. Este instrumento pasó a Italia hacia 1490, probablemente a través del Reino de Napoles aragonés, y allí comenzó a transformarse para adoptar un puente más curvado y converger con otras violas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario